Tenía este vestido abandonado en el armario. Esas mangas ya no me gustaban. ¡Pero la tela de saco con toques dorados sí!
Algo había que hacer...
Descoser, bies al canto y ¡a estrenar!
Me encantan los reciclajes y transformaciones. Es genial poder darle una nueva vida a una prenda que ya no utilizábamos.
Y además aportamos nuestro granito de arena sostenible porque ya sabéis que la prenda que menos contamina es la que ya existe.
Ahora sólo tengo una duda, ¿le pongo unos bolsillos con la tela que me sobró de las mangas? ¿Qué opináis?
Y con esta costura-apaño me uno a RUMS esta semana.