Definitivamente 2014 ha sido el año en el que por fin me he animado con una espinita que tenía clavada desde hace tiempo: la costura y el punto.
La fiebre comenzó el 28 de diciembre cuando le robé a mi madre unas lanas, un par de agujas y algo de su tiempo para que, por enésima vez me enseñase a hacer punto. El primer proyecto fue una bufanda para mi peque. Y esta vez ¡no me iba a dar por vencida! Un mes después terminaba la bufanda. No es perfecta, pero a él le gusta y a mí también. Y está guapísimo con ella ;-) ( En la siguiente entrada pondré foto)
Y no conforme con eso, también se me ocurrió pedirle a mi (santa) madre que me enseñase a coser a máquina. Pero aquí ella tuvo una idea aún mejor: ¡encargarle a los reyes magos una máquina de coser para mí! ¡Menudo sorpresón!
Así que ya no me quedó más remedio que lanzarme. Apenas sé nada todavía, pero tengo muchas ganas de aprender. Y con la cantidad de blogs que existen de estupendas costureras, que ponen a disposición de todo el mundo sus conocimientos y su paciencia, estoy segura de que no será un reto difícil.
Por supuesto que podría aprender igualmente y no publicarlo en un blog, pero creo que es una forma genial de difundir lo que cada uno va aprendiendo y, sobre todo, de agradecer públicamente a todo aquel que te haya servido de ayuda o inspiración.
Así que, ahora ya sí que sí, ¡me lanzo con el blog!
Tienes toda la razón. Me siento totalmente identificada.
ResponderEliminarMi madre ha cosido toda la vida y lo poquito que se me lo ha enseñado ella. Y mis ensayos y errores particulares. He tenido que tirar muuuchas cosas. Jijiji.
Mi blog también es muy nuevo...de esta semanita...jijijiji.
Se podria decir que voy en pañales.
Me gusta mucho el tuyo. Te añado a mi lista de lectura.
Un beso guapetona
¡Gracias por pasarte por aquí!
EliminarMe alegro de que te guste el blog. Por supuesto que yo también me quedo con el tuyo.
¡Besotes!